domingo, 5 de septiembre de 2021

Postales doradas del rock en Magallanes: Una escena natalina de guanacos, desbandes, factorías y cruces generacionales

- Dentro de lo más reciente, el power trío Retrov se consolidó en 2020 como la primera banda de Puerto Natales seleccionada para acceder a la fiesta del Rockodromo, del programa de las Escuelas de Rock y Música Popular (aunque en version online). Roberto Hofer Oyaneder   

Un hecho sintomático -hace algunos añitos ya- fue la elección que hizo la banda regional Hielo Negro de ir a lanzar su primer DVD a Puerto Natales en lugar de hacerlo en Santiago, bastión donde operan. Sin embargo, el rock crudo también es sentimiento, y aquel gesto brotó del gran nexo que la banda mantiene con la capital de Última Esperanza. Un vínculo con historia.

Los natalinos no olvidan que fue en aquella plaza donde los HIELO NEGRO se vincularon con un turista suizo quien los vio tocar y resultó ser un productor musical que tiempo después los llevó a Europa, abriéndoles las puertas de Alemania y el país helvético. De ahí serían invitados a Francia y Austria. Desde entonces es seguro que estos roqueros quieren mucho más a Natales y su honesta -y no tan masiva- escena, en la que valorizan mucho cuando alguna celebridad se asoma a tocar.
Sin embargo, como lo dijo el Nobel Bob Dylan, los tiempos están cambiando -desde antes de la pandemia-, y las “piedras” del rock se han traducido allá en mayor número de tocatas o shows con el paso de los años. A estas alturas hay que darle crédito incluso a Última Esperanza como cuna de todo un movimiento musical, el cual no sólo crece descentralizado, sino que sin edades ni perfiles definidos. Su esencia se nutre a partir de mezcolanzas de músicos de diferentes generaciones e inquietudes variadas para formar agrupaciones que apuntan cada vez más alto.
Un natalino que encarna muy bien este dinamismo, al partir jovencito hace muchas bandas atrás es Fabián Bórquez, quien a punta de puro tesón ha sabido explotar una nueva cepa como es la del rock etnográfico a través de su proyecto de tintes blueseros conocido como LA MORBIDA.

En una primera etapa, este docente y músico influenciado por el rock clásico anglo (The Beatles y Pink Floyd) integraría como bajista -por allá por el año 2003- el grupo La Vieja Escuela, junto al baterista Iván Aquiles y el guitarrista Cristian Contreras, con quienes –haciéndole honor al nombre- darían nueva vida a añejos covers de sus bandas favoritas. Entre ellos el sempiterno “Yer Blues” de los Beatles (una de las voladuras de Lennon en el “White Album”).
Como testimonio artesanal de este cuarteto quedaría un artístico e icónico afiche (obra de Angelino Soto Cea) que no pudo servirles mejor como carta de presentación. “Me acuerdo que el dibujo lo hizo un colega mío de artes donde salía una viejita haciendo el paso (del ganso) de Chuck Berry y con una guitarra eléctrica”, resalta Fabián.

Entre talla y talla

En el año 2005 darían un nuevo tranco para conformar a la postre una nueva banda, enfocándose más hacia creaciones propias. En un momento, Fabián y Cristian unirían fuerzas con el también guitarrista Roberto Niculcar, profesional oriundo de Valparaíso vinculado al agro (Servicio Agrícola y Ganadero), detalle no menor al intentar deducir cómo el grupo llegó a llamarse Guanaco en Llamas. Éste se completaría con el batero Ricardo Muñoz.

Tras partir ensayando en la casa de la abuelita de un integrante, la banda pudo optar a mejores espacios de creación y expresión: “(Roberto) arrendaba un huerto y en ese tiempo él tenía un jeep amarillo, y nos pasaba a recoger a todos y subíamos al huerto después de la pega (pasadas las 7 de la tarde)”, recuerda Fabián. Una vez que ensayaron su material, se juntaron por primera vez en un local que se llamaba LA TRIBU, en Magallanes con Eberhard, y ahí decidieron adoptar una nueva identidad. Justo en esos días se produjo un incendio en el Paine y en los medios salió la impactante imagen de un guanaco calcinado, y entre talla y talla se impuso el nombre de GUANACO EN LLAMAS.

El conjunto no sólo se conformó con tocar donde los invitaran, incluyendo a la capital regional, sino que además se pusieron las pilas en materia de autoeditar temas propios ese mismo año. Su estilo era un pop rock incluso más suave que el de Los Tres, y su impulso juvenil los llevaría incluso a intentar grabar una segunda producción, quedándose sólo con las maquetas de unas siete canciones. No obstante ello, el 18 de noviembre de 2007 los vería transitar por Punta Arenas como parte de la parrilla del evento “Chile+Cultura”, en el corazón del barrio 18 de Septiembre, coincidiendo en una misma jornada con el cantautor Mauricio Redolés. Aquella vez se habilitó un escenario al aire libre y otro al interior del gimnasio, donde terminó cantando el artista estelar de la noche.

“Kilos” de rock

Tras un natural desgaste el grupo acabaría disolviéndose y el incombustible Bórquez volvería a “pisar el palito” el 2010 con otro proyecto pop rock: WD40. De ahí vino Mitómano, banda de rock folk que duró apenas medio año, y otro proyecto llamado FAGUAL.
Pese a la decisión de Fabián de dejar de lado la música para centrarse en su familia, “el amor es más fuerte” y así volvería en 2012 con un nuevo cargamento de canciones (y algunos kilitos más de experiencia) para dar forma a LA MORBIDA, una banda entretenida tanto en lo temático como en su expresión musical, con algunos flirteos con el blues y elementos cruzados entre lo urbano y lo rural, y una carga emocional muy enraizada con la identidad chilota y la vida pueblerina, matizados con amores, desengaños y crítica social.

Esta banda surgirá como una cosa del destino, al organizarse un show benéfico en Natales para ayudar a un amigo. Otro socio, el bajista Daniel Rebolledo, le propuso armar algunas canciones para ir al evento, y de ahí contactaron al baterista José Miguel Barrientos y a Iván Aquiles en la guitarra, con quienes insuflaron nueva vida a covers de Calamaro, Jarabe de Palo, Memphis la Blusera, Los Tres y Bersuit Vergarbarat. A las dos semanas ya estaban de vuelta ensamblando tres canciones aportadas por Bórquez: “El Equipaje”, “Blues llorón” y “Carga ajena”.

La historia de LA MORBIDA se definirá y adquirirá un vuelo definitorio gracias a su inclusión como una de ocho bandas regionales filmadas dentro del proyecto audiovisual “Música y Territorio”, de la agencia Factoría Parlante, financiado por el Fondo de Fomento de la Música 2012. Dicho impulso motivará a que el grupo grabe un primer larga duración durante 2013.
En 2014 llegará su segunda producción “Junto al fuego”, obra inspirada íntegramente en la historia de los inmigrantes chilotes que llegaron a la Patagonia.
Como banda han asumido diversos recesos y renovaciones, con Bórquez como pivote, pasando incluso por las seis cuerdas durante un periodo su partner Roberto Niculcar (GUANACO EN LLAMAS). Con formación nueva y algunas “galletas” llegaría “Corolarios” (2019), su tercer registro, en el que figuraron: Carlos Godoy Cárdenas, percusiones; Fabián Bórquez, voz y guitarra rítmica; Iván Díaz, guitarra; e Ignacio Rojas Muñoz, bajo; más los aportes de Pablo Olivares, teclados; Freddy Farfán, contrabajo eléctrico; Roberto Niculcar, guitarra slide; e Iván “Pollo” Muñoz, piano.
En abril pasado, le pusieron más peso a su carrera con el single "Dignidad", inspirado en el movimiento social de 2019.
Con pandemia y todo, este 2021 marcaría la reencarnación de Bórquez, Niculcar, Contreras y Muñoz como GUANACO EN LLAMAS, dando luz a un postergado disco y figurando en el Festival Somos del Sur.

Hibridismos

Dentro de las propuestas novedosas en la actual escena natalina, Joey Selkmank (Patricio Frías) fluye como un músico de amplia trayectoria y versatilidad que aporta un trabajo original a la hora de reinterpretar sonoridades y darle un nuevo sustrato más electrónico y experimental al folk. Su particular estilo, como un explorador de sonidos capaz de intervenir instrumentos electrónicos y acústicos, fue destacado también en su momento dentro del proyecto “Música y Territorio”, de Factoría Parlante. A través del “circuit bending” o generación creativa de cortocircuitos mediante generadores de sonido, su sonido integrado se inspira en la cosmogonía de esta región, cuya fuente creativa estaría dada en conceptos creativos como: “Lo cósmico está relacionado con lo aborigen”.

En otra vereda, este mismo exponente se involucró en una banda paralela surgida en el 2007 con mucho “punch” y arrastre conocida como HIBRIDO SUR. Autodenominados cultores de un rock “tirapiedras”, bajo un concepto mixto instrumental y vocalizado, ostentaron una amplia gama estilística y de temática, existenciales y ancestrales. Su disco “Exit” (2012) desplegaría un hibridismo poco habitual, fluyendo desde acordes neofolclóricos hasta la crudeza del punk o la energía del speed metal. Todo ello, articulado por sus cuatro puntales: Hugo Colivoro, bajo y voz; Patricio Frías, guitarra y coros; Fabián Guerrero, batería; y Luis Marcelo Sánchez, guitarra y coros. En 2019 volvieron a la carga con Colivoro, Frías, Sánchez, Maritza Cuevas y Carlos Godoy.
Boreas fue otro proyecto interesante, un tanto emparentado con el rock progresivo. En sus cortos años alcanzaría a desplegar su musicalidad y prolífica faena en eventos de distinto tipo como el festival Natales Bajo Cero (2011), con los aportes del guitarrista Cristian Contreras (ex LA VIEJA ESCUELA, ex GUANACO EN LLAMAS), junto a Cristian Díaz, batería; Héctor Cárdenas, bajo y voz; y Sergio Ruiz, guitarra y voz.

Las generaciones posteriores tampoco se han quedado atrás, como la banda NECROFOBIA, que resultó con el tercer puesto en el “Rockfest Sara Braun”, primer evento para bandas de rock escolar organizado por el Liceo Polivalente Sara Braun el 23 de octubre 2013; o los también liceanos metaleros SENTENCIA, cuyo mayor mérito fue ser la primera banda 100% natalina en llegar a pisar el escenario del Natales Metal Fest (en su segunda versión del 7 de febrero de 2015).
Otra propuesta reciente es la de Ángel Carmesí, dúo de metal melódico formado por Ignacio Barría (guitarra, bajo y batería sintetizada) y Sergio Velásquez (voz, teclado, batería sintetizada), formado a inicios de 2019.
Peso pesado a la vez es lo último del guitarrero Luis Marcelo Sánchez Mena (HIBRIDO SUR), quien en 2018 produjo el disco solista instrumental “Estrellas Sonoras”, su segundo bebé de estudio que destila virtuosismo metalero clásico y pasión.

Para cerrar nuestro periplo natalino, el power trío RETROV se consolidó en 2020 como la primera banda de Puerto Natales seleccionada para acceder a la fiesta del Rockodromo, del programa de las Escuelas de Rock y Música Popular (aunque en version online). Con bastante carrete musical, Luis "Scyther" Duarte, Marcos "Znak" Díaz y Ramiro "Ray" Díaz son hijos de la movida escolar de 2013, y su eclecticismo al unir punk, metal, funk y electrónica no es gratuito. Nos habla de ese factor X que define hoy al rock natalino.




SENTENCIA fue conocida como la primera banda autóctona en subir al escenario del “Natales Metal Fest” en 2015.


LA MORBIDA en su encarnación 2015, durante el lanzamiento del libro “Rock en Magallanes:
rescate en el tiempo”, en el Teatro Municipal “José Bohr”.







HIBRIDO SUR en la época de su disco “Exit”, con Patricio Frías, guitarra y coros;
Hugo Colivoro, bajo y voz; Fabián Guerrero, batería; y Luis Marcelo Sánchez, guitarra.




La disuelta banda FAGUAL tocando durante una de tantas movilizaciones del profesorado en Última Esperanza.

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