domingo, 26 de septiembre de 2021

Postales doradas del rock en Magallanes: El rock en tiempos del Covid, crónica de una expresión vapuleada

- Nada más lejos que pensar que la inspiración se apagó en los últimos dos años, pues esta latencia con cara de encierro no ha hecho más que insuflarle un valor especial a todo lo creado en pandemia, como diría Ricardo Palma, líder de INDOMIA.  Roberto Hofer Oyaneder

Esta atronadora pandemia se ha traducido en tiempos difíciles para artistas y creadores que viven de las distintas expresiones musicales, afectando existencias y proyectos de vida con mayor potencia que el más fragoroso atentado. Pese a la precariedad que aqueja a muchos gestores culturales, ajenos al carrusel de infaltables arreglines de políticos y enjambres de “apitutados” destinados a recibir algún infame “raspado de olla”, el sentimiento que moviliza a la gente del rock con sus legítimas aspiraciones de ganarse un espacio no ha muerto.

El estado de excepción decretado ante la efervescencia social de octubre de 2019 ya había limitado la marcha de nuestra vanguardia roquera. Como la anunciada segunda edición del Festival Somos del Sur con 31 bandas, que tendría lugar en el Liceo Sara Braun aquel 25 y 26 de octubre, y al final marcó una de tantas cancelaciones de eventos. De ahí vendría la pandemia, que echó abajo todo lo bueno que pudiera haber deparado el año 2020–no así con los PENTAGRAM, leyenda yanqui del doom metal anunciados para ese 8 de abril, cuya gira se cayó por la deserción a última hora de su baterista oficial-.

Si hasta ese entonces nuestro rock regional era una manifestación que se alzaba con colores propios, esta “tormenta perfecta” en materia de liquidar compromisos, auspicios, público y apoyos (sin contar aquí los retiros del 10 por cientos de los fondos de pensiones) no haría otra cosa que obligar a sus cultores a ser aún más independientes en materia de gestión.
Hoy podríamos estar frente a un reflujo de aquella consolidación de la escena roquera que vimos en los años ’90, con las primeras autoediciones y el desarrollo de eventos de rock más segmentados, volcándose en las siguientes dos décadas a una búsqueda creativa, profesionalización y consolidación de una identidad regional (con vitrinas instantáneas como Facebook, MySpace, etc.). El factor más relevante en nuestra movida durante aquella etapa antecedente sería la proliferación de estilos con la irrupción de los primeros sellos independientes.
No por nada, Carlos Beca (de la banda ROTWEILLER) apuntó alguna vez que un estudio del Instituto Nacional de la Juventud arrojó que en 1994 Punta Arenas era una de las ciudades con mayor número de bandas por habitante.


No estaba muerto…

La crítica situación de supervivencia que afecta a la música y el rock llevó en marzo pasado a la realización del AGTAEfest, evento nacional organizado por la Asociación Gremial de Trabajadores de las Artes y el Espectáculo (AGTAE), para ir en ayuda de los trabajadores del arte y espectáculos afectados profundamente por la pandemia. Como artistas regionales, SEBASTARGO y AS DE OROS se sumaron a la cartelera.

"Nada más lejos que pensar que la inspiración se apagó en los últimos dos años, pues esta latencia con cara de encierro no ha hecho más que insuflarle un valor especial a todo lo creado en pandemia", como diría Ricardo Palma, líder de INDOMIA.

De hecho, en noviembre de 2019 la banda de rock blues AS DE OROS lanzó un combativo single, “Los insurrectos”, cuya temática alude al denominado “estallido social”. “Esto no da para más”, reza su estribillo, y su letra -dura como la piedra-, arranca con esta frasecita: “en un gobierno de ineptos, el más vivo es el rey”.
Tras cartón, este mismo grupo roquero, inmerso en la penumbra humana y social a que nos pusiera a prueba el Covid, le cantaría también a la luz con su single “¿Quién?” (septiembre de 2020).

En abril de ese año inombrable, lloverían canciones como “Dignidad”, tema con el que los natalinos de LA MORBIDA celebraron su noveno aniversario, alineados con aquella expresión ciudadana que desde Plaza Baquedano remeció nuestros cimientos ciudadanos.

A inicios del mismo mes, el dúo electrónico LLUVIA ACIDA publicó su disco “Antiviral”, tomándole el pulso musical a la pandemia del Covid-19.
En diciembre, la banda folk-rock Sol y Hain lanzó su proyecto “Cancionero desde el Fin del Mundo” en el marco del concurso “Creadores en Tiempos de Pandemia”, que financió la Fundación Cultural de la Municipalidad de Punta Arenas.
En julio de 2021, NAVE/RAW, cultor regional electrónico de corte industrial (género tributario del Krautrock) relanzó en diversas plataformas su single “Las calles sangran” (en el contexto del “estallido”), que había estrenado en diciembre de 2019 en el Centro Cultural de Punta Arenas, en el marco del proyecto NEscena.
Asimismo, este periodo de aparente marasmo ha marcado además el nacimiento de variados proyectos roqueros, a través de bandas emergentes como SUR OSCURO (power metal), EL BAILE DE LAS MASCARAS (pop rock), SHUGGAR (funk rock, rap y soul) y el tecladista NICOLAS VARAS(compositor y músico electrónico), entre otros iluminados.


¿Cómo andamos por casa?

A la luz del impacto de la pandemia a nivel regional, el productor y músico Luigi Esparza reconoce que los músicos, bandas, compositores, trabajadores del arte y del espectáculo han sido testigos y víctimas de un aparato estatal que, puesto a prueba, ha demostrado ser “lento, burócrata, con nulas políticas de apoyo o estrategias para poder apoyar al medio, además de su rol que debe seguir fomentando el arte y los espacios para el desarrollo de actividades artísticas”.
Añade que en el contexto local los privados nuevamente son quienes se han alzado y reinventado, creando espacios de difusión y apoyo cultural, “a costa de recursos propios y un gran sentido de responsabilidad social-cultural como es el caso concreto de Streaming Sur (de la mano de Víctor Mancilla), que ha sido para muchos la única instancia para mantenerse activos, acompañados de una gran calidad técnica y siempre abiertos a colaborar con la difusión cultural”.

Rodrigo “Viento Crúo” Barría, del grupo CAMINO DE TIERRA, confiesa que la pandemia sumada al “estallido social" le ha pegado fuerte a todos, “unos más que otros, sobre todo al sector cultural”. Este virus de dudosa procedencia claramente “desenmascaró una real precariedad laboral”. Recién después de un año y medio, cree que el sector artístico musical en vivo se está reactivando, sin dejar tampoco de lado cierta dosis de paciencia con miras a que “casi todo volverá a la normalidad y, más pronto que tarde, podremos volver a disfrutar de los eventos de música en vivo”.

Como los músicos no viven sólo de ilusiones, René Gómez, de la banda DIOGENES, no espera nada caído del cielo, en un país donde la cultura ocuparía una última prioridad en materia de apoyos públicos. Sin embargo, en las lides roqueras él destaca a modo de respuesta la irrupción de nuevas redes de autogestion, consolidando ciertos movimientos, por ejemplo, lo que hace el canal Streaming Sur y producciones más independientes como festivales autogestionados.
Eso sí, destaca en lo musical que algunos hayan podido seguir ensayando, con bandas que no pararon nunca y otros que han podido empezar a componer y hacer sus cosas. Su banda DIOGENES se ha reinventado con demos y algunas sesiones a distancia, pese a lo complejo de coordinar todo, además de seguir él grabando, componiendo y colaborando con (tributo a) SCREEN HAGEN o MATIAS CENA de Santiago (a quien grabó pistas en melotrón) y su artesanal compilado de bandas en casete de Halim Music.

“Viento Crúo” apunta, ante el impedimento de tocar en vivo, que muchos creadores siguieron a media máquina, haciendo streaming y participando en festivales virtuales: “Si bien con CAMINO DE TIERRA y FUERZAS OCULTAS hemos estado un poco alejados de esa forma de trabajo, nos hemos enfocado en crear harto material nuevo, y eso es bacán porque, a pesar de no poder tocar en vivo, estamos muy motivados con las nuevas creaciones”.
Respecto a sí hay alguna salida para tener más espacios, cree que cada uno tiene la responsabilidad de buscar las instancias para mostrar tu trabajo, eso es parte de la vida del músico. También el público es parte fundamental en esto, al apoyar asistiendo a las presentaciones, comprar material, etc. O sea, es un trabajo en conjunto.
En paralelo al impacto devastador en la industria del espectáculo global y local, Esparza opina a su vez que la música -como toda actividad creativa- ha logrado adaptarse y sacarle provecho a esta “nueva normalidad”. A modo de pausa, ha abrigado espacios de introspección y análisis que, “sin duda, son un combustible para la creación. En el desarrollo y difusión de este material son imprescindibles hoy en día la tecnología, la grabación digital, las redes sociales, plataformas de streaming para mantenerse activo musicalmente y con una rápida retroalimentación de la audiencia”.


Final abierto


En un concepto territorial donde la música y el rock están en todas partes, no podía dejar de compartir un comentario extraído de la Fanpage de la banda ROTWEILLER, liderada por Carlos Beca, a partir de la inquietud: “¿Se puede ser productivo sin juntarse a ensayar? ¡Claro que sí! Y por supuesto que las bandas tenemos como principal acción el juntarse a ensayar, probar nuevos riffs, empujar nuevas canciones, pero en cuarentena aprendimos nuevos trucos... ¡Y qué ganas tenemos de volver a vernos, de juntarnos! ¡A compartir la liturgia de la distorsión y el doble bombo! ¡A disfrutar del trabajo de nuestra familia del Rock Magallánico! Pero mientras tanto, y como dijera un sinvergüenza postulándose... estamos trabajando para usted”.

De igual manera esperamos que se siga engrosando nuestro patrimonio sonoro e histórico, el cual según el musicólogo Juan Pablo González nos identifica como habitantes de un territorio, de un tiempo determinado, y que permanece en nuestra memoria. Pues hace ratito que el rock es mucho más que música ligera, que nos acompaña como expresión y está en nuestro sentir cotidiano y trascendente.
Pese a sus más de seis décadas, el rock va siempre con el ritmo de los tiempos y sigue vigente, con mucha fuerza y “tiene mucho peso dentro del individuo o del grupo social”, como lo expresara el amigo Jaime Barría Casanova, de la Banda BORDEMAR.
 
Aquí tampoco podía faltar el multi instrumentista y gurú electrónico JOAKIN BELLO, quien en octubre de 2008 visitó la región, y se rindió ante la belleza de los sonidos novedosos que extrajo de su flauta al tocar en la Cueva del Milodón, y también ante nuestra geografía que envuelve a sus habitantes, acogiéndolos en una especie de útero. Con tales ejemplos, al intentar cerrar estas crónicas la sobrecogedora belleza e inmensidad de Magallanes sólo puede seguir inspirando un canto vivo que será único en el mundo, y cuyas posibilidades son infinitas.
Si el rock es una página abierta, aunque siguiera escribiendo sería imposible hacerle justicia a tantos nombres, canciones e historias regionales que siguen naciendo y se entrelazan, como el desarrollo o progresión de una melodía que siempre buscará cerrar un círculo perfecto. Más aún si se trata del rock magallánico, cuyo inicio es algo más o menos cierto, pero nunca está claro su final, porque es una canción en progreso, en permanente desarrollo. Es un final abierto, porque en cada soplo creativo hay vida. ¡Larga vida al Rock Magallánico!

SHUGGAR: Un grupo emergente nacido recién en enero de 2020 en Punta Arenas,
que cuentan a su haber con el EP "Ex-Presiones" (2021).



SOL Y HAIN: Sol Domínguez con su banda folk-rock Sol y Hain lanzó en diciembre
una serie de videos tutoriales para guitarra y un cancionero digital descargable.
(PUBLICADO EN DIARIO "EL MAGALLANES, 26-09-2021)


domingo, 19 de septiembre de 2021

Postales doradas del rock en Magallanes: Un “ropavejero” de buenas ideas musicales llamado DIOGENES

Esta reconocida banda regional ha girado por los lugares más señeros del circuito rock nacional: Concepción, Valparaíso, Chiloé, Puerto Montt y Santiago, además de ser teloneros en el histórico recital de RATA BLANCA el 16 de septiembre de 2019. Roberto Hofer Oyaneder

Más allá de su nombre, que pudiera sugerir un cúmulo de influencias y melodías almacenadas, entre los proyectos roqueros más resonantes en los últimos tiempos a escala regional resuena DIOGENES, una banda que se ha abierto un camino entre Magallanes, Santiago, el resto del mundo y algún remanente de nuestra galaxia.

El camino más corto para desmenuzar una travesía musical iniciada hace 12 años es un inquieto talento local, multi instrumentista, productor y compositor llamado Daniel R. Gómez, fundador de Halim Music (2016), quien articuló en el primer decenio de este siglo el núcleo motor de DIOGENES, a través de una precoz y ambiciosa banda llamada ZOOM ABSTRACTION.


Daniel, poseedor de un oído privilegiado, es hijo del cantante lírico magallánico Sergio Gómez, y partió escuchando la música que tocaban sus compañeros y las bandas sonoras de las películas que le gustaban. De ahí se interesó en el folclor y a los 11 años se inició con la guitarra, de ahí con el charango, el bajo y otros instrumentos, tocando en bandas como QUITRALPILLAN y ARREBOL, etapa en que accedió al escenario del Festival en la Patagonia. Después vino el rock, con Satriani, Metallica y una explosión adolescente tras conocer a vanguardistas como Soft Machine, Gong, King Crimson y Allan Holdsworth. El folclor fusión fue también otra faceta musical que desarrolló en el SEXTETO SUR y el grupo ENLACES, junto a una entonces juvenil instrumentista y compositora Karina Contreras.

En un año bisiesto como el 2004, ZOOM ABSTRACTION se abrió camino con una propuesta ambiciosa, de una frescura extraterrena en base a música instrumental progresiva, que los tendría al año siguiente sacando un EP: “El Despertar de la Luna”. Su continuador natural será “Grito al Aire”, tema que a la vez dará nombre a su esperado álbum de 2006, y al que incluso Radio Futuro dio cabida en aquel tiempo. Daniel ha definido su estilo como música instrumental progresiva, inspirada en la tradición folclórica chilena de la zona centro-sur y de la Patagonia, a la cual aplican un tratamiento rítmico y estilístico.
De ahí que siendo un liceano se volcaría en alcanzar una digna puesta en escena a través de eventos como la Tokata del Colegio Alemán (en su segunda versión del 2005, pues el año anterior se esguinzó el meñique) junto a ZOOM ABSTRACTION  y su banda hermana (con los mismos integrantes), MISTICA CONTEMPORANEA.

Acerca de su disco señala: “Lo grabamos en el verano de 2006, pero lo sacamos como un año después, primero salió como EP ese mismo año, sacamos el tema “Grito al aire” y otros dos más creo, eso fue en Internet, y como que se difundió harto esa música en ese periodo. Todavía no me había ido a Santiago”. Estando aún establecidos en Punta Arenas realizaron la presentación del álbum durante 2006. Aunque ese evento sería el lanzamiento del disco, no alcanzaron a tener las copias listas, así que debieron conformarse con tocar ese día en una tocata compartida con diversos grupos locales de punk, rock y fusión, siendo ellos los únicos que hacían música progresiva.

En Santiago concretarían la fabricación del CD y fue ahí donde lo lanzaron (sin perjuicio que en su minuto llegaran copias del mismo a la magallánica disquería Mad Music). En los créditos de esta histórica grabación figuraron: Daniel Gómez, guitarra, principal compositor, productor, bajo y teclados; Gabriel Faúndez, guitarra y compositor; Ja1me Cárdenas, batería y percusión; Efraín Cárdenas, bajo. Músicos invitados: Javier Álvarez, bajo; Marcelo Vargas (FROZEN, ex PURGATORY,
y ex MANTIZA), guitarra y bajo; Vicente Couve (SLAVON y ex MANTIZA), voces y percusión; y Gerardo Lillo (MANTRA), batería.

Debuta DIOGENES

El 2008 fue un año culminante para ZOOM ABSTRACTION en la capital, lugar donde el grupo llegó a radicarse por motivo de estudios y existió como tal hasta que su nuevo baterista, un compañero de universidad de Daniel, retornó a su natal Antofagasta. Ese año realizaron el EP “Ayaoro” (2008), que marca el comienzo de un nuevo proceso compositivo. En ese periodo, Daniel junto a Gabriel Faúndez y el otro guitarrista empezaron a maquetear nuevos temas que serían luego redestinados a DIOGENES, nombre con el que la banda sería rebautizada un año después. Esto, en un proceso bien gradual que los llevaría a improvisar durante mucho tiempo: “nos juntamos por lo menos una vez a la semana a improvisar unas tres horas”.

Con el tiempo aspirarán a hacer algo mejor, sin salir de Chile, pero alternando con colegas extranjeros que van conociendo o amigos que emprenden rumbo a otros países y llevan la música de DIOGENES. En una nueva expansión, René Rutten, guitarrista, compositor y fundador del grupo holandés THE GATHERING masterizó el esperado disco debut de DIOGENES, “Caminante del Cielo” (2015), producido en la parte ejecutiva por Rodrigo Castro (MILOTANTE, CRISALIDA, COPROFAGO) y en lo musical por Daniel R. Gómez. Dentro del listado de temas destacan su potente primer sencillo “Energía solar”, así como Estados del Aura”, “Caminante del Cielo y “Sueño colectivo”.

Aquella formación de Diógenes contaba con el trío de cuerdas fundador de los “ZOOM”: Efraín Cárdenas, bajo, Gabriel Faúndez y Daniel R. Gómez, guitarra y voces; más cuatro nuevos miembros: Constanza Maulén y Rodrigo Santana, voces; Cristian Cárcamo, percusión; y Emilio Díaz, batería.

Jaime Atenas, saxofonista de CONGRESO, tuvo la misión de reseñar dicho álbum, refiriéndose al disco como una obra de gran riqueza de ideas musicales, que mezcla rock progresivo, hard rock y folclor nacional y latinoamericano: “Con claros guiños a la trilogía pionera del rock chileno: LOS JAIVAS, CONGRESO y BLOPS, e influencias de la música ambient o soundscape, proponen un sonido renovado, propio de los jóvenes que se lanzan al mundo sonoro expresando sus inquietudes musicales con un notorio virtuosismo instrumental”.
Asimismo, resalta un muy buen uso de guitarras sintetizadas, instrumentos altiplánicos, percusiones, sólida base rítmica y brillante expresión vocal, amén de sus logrados clímax con pesados riffs de guitarras eléctricas que, “ejecutados con gran belleza y limpieza sobresaliente, recuerdan la agresividad de Robert Fripp en KING CRIMSON”. De hecho, Daniel fue alumno en Argentina del Guitar Circle of Latin America del maestro Fripp.
El 28 de junio de 2015, la banda nos regaló una aplaudida presentación local de dicha producción, siendo el Teatro Municipal José Bohr el espacio escogido para dar cabida a este digno sucesor de “Grito al Aire”.



Nuevo tránsito

El grupo consideraba grabar un nuevo disco sucesor de “Caminante del Cielo” más o menos en el mismo momento en que lanzaban aquel trabajo. Incluso ya afloraban algunos temas inéditos en sus tocatas, entre ellos una canción instrumental. Al final, aprovecharon una venida de René Rutten durante 2016 para coordinar dicha obra, que intitularon “Ciudadano del Universo”. Aquello les implicó armar y grabar todo contra el tiempo -y de una tirada-, algo así como un “piscinazo”.


Daniel confiesa que “ni siquiera habíamos ensayado con el cantante. Yo tenía escrito el material en partitura y lo grabamos así, fue crudo… y fue difícil cuando grabamos las voces, porque no habíamos escuchado como sonaban. Las vinimos recién a escuchar en el estudio. Alcanzamos a hacer unos tres o cuatro ensayos instrumentales y sería. Esa fue la preparación”.
Pese a la complejidad de su estructura, con repentinos cambios de compases, decidieron concebirlo sin metrónomo para que la musicalidad fluyera en forma natural, y resultó. Otra dificultad extra fue que el estudio de grabación no tenía ventanas para el compartimiento del baterista, por lo que hasta hubo algo de telepatía cuando grabaron los temas, en un ejercicio digno de entrenamiento Jedi.
Sin embargo, recién este mini álbum vería la luz en noviembre de 2017, casi después de dos años de trabajo. Aquí les pesaría una sucesión de dificultades técnicas, como una infección en el oído que aquejó a René Rutten al poco tiempo de llevarse las pistas grabadas a Holanda, viéndose impedido de trabajar con la producción por espacio de medio año. Entre medio surgieron otros bemoles, como el acuerdo con un sello europeo que se había interesado en hacer el disco, con el compromiso de correr con gastos como el pago de honorarios a René. Al final “desaparecieron, y de pasada alcanzaron a estafar a unas bandas amigas, entonces hacia ahí nomás llegó esa gestión”.



El ADN de aquel disco igual se vio influido en el factor humano, al entrar en la formación el bajista Javier Álvarez por un tiempo más o menos breve (al mantenerse Efraín Cárdenas en Europa). En tanto el vocalista “parche” (desde 2015) Vicente Couve adquiriría un progresivo protagonismo dada las diferencias de agenda de su cantante Rodrigo Santana (“crooner” profesional). De hecho, con Vicente como voz oficial grabarían después “Aquí antes que todo” y el casete “Versiones acústicas” (2019). Son dos cosas que ya marcan un cambio más notorio en el sonido y en las ideas.



Lento pero seguro

En el último tiempo los cambios han sido inevitables, como el distanciamento físico de Constanza Maulén, al irse a vivir a Valdivia y luego a Torres del Paine, pero cuya voz quedó inmortalizada en “Versiones acústicas”, álbum muy artesanal que fue grabado y mezclado por ellos mismos.
Del mismo modo, DIOGENES ha girado por los lugares más señeros del circuito rock nacional, como la Casa de Salud de Concepción, el Barrabas Bar de Puerto Montt, Elebar de Valparaíso, además de Chiloé y Santiago (Bar de René, Mi bar, Sala Master). Mención aparte, en Punta Arenas fueron teloneros del histórico recital de RATA BLANCA el 16 de septiembre de 2019 (en el salón de eventos del Casino Dreams) y roncaron en el Festival Patagonia Clandesta 2019.


Pese a la distancia que marca la pandemia, el grupo no ha parado, sigue grabando demos y goza de buena salud. Hace un mes tuvieron su primer ensayo desde fines de 2019, y esperan plasmar en disco en algún momento las decisiones sonoras que están tomando y canciones nuevas que trabajan. Según Daniel, “hay material como para hacer dos discos, así que probablemente nos vamos a demorar quizá 20 años en hacer todo lo que está guardado”.
Es de esperarse que esta identidad sonora y fermentación de calidad se traduzcan, cual acción metabólica, en una encumbrada cosecha musical, en la medida que las texturas y experiencias acumuladas les permitan sacar provecho de esta artística travesía al infinito y más allá.




DIOGENES: Con un sonido tributario de la más amplia paleta sonora, la banda mezcla rock progresivo, rock pesado y folclor nacional y latinoamericano. Foto por cortresía de Cristian Valle Celedón 2019.






(PUBLICADO EN DIARIO "EL MAGALLANES", 19-SEPTIEMBRE-2021)

viernes, 10 de septiembre de 2021

[RENE GÖMEZ: Guitar Transcriptions] UNDERRATED SAX SOLO - Babel (CONGRESO)



Sólo se saxo y piano del tema "Babel" de CONGRESO, video grabado el 2015

Album Review PANABRITE: Sub-Aquatic Meditation Vol.2

I love Arp Odissey, very nice sounds, arpeggistors, oníri patterns... Very interesting synth percussion sounds that 's remember taiko drums lml and the last song with a very nice soundscapes of a floating World!

Favorite track: Vast.


domingo, 5 de septiembre de 2021

Postales doradas del rock en Magallanes: Una escena natalina de guanacos, desbandes, factorías y cruces generacionales

- Dentro de lo más reciente, el power trío Retrov se consolidó en 2020 como la primera banda de Puerto Natales seleccionada para acceder a la fiesta del Rockodromo, del programa de las Escuelas de Rock y Música Popular (aunque en version online). Roberto Hofer Oyaneder   

Un hecho sintomático -hace algunos añitos ya- fue la elección que hizo la banda regional Hielo Negro de ir a lanzar su primer DVD a Puerto Natales en lugar de hacerlo en Santiago, bastión donde operan. Sin embargo, el rock crudo también es sentimiento, y aquel gesto brotó del gran nexo que la banda mantiene con la capital de Última Esperanza. Un vínculo con historia.

Los natalinos no olvidan que fue en aquella plaza donde los HIELO NEGRO se vincularon con un turista suizo quien los vio tocar y resultó ser un productor musical que tiempo después los llevó a Europa, abriéndoles las puertas de Alemania y el país helvético. De ahí serían invitados a Francia y Austria. Desde entonces es seguro que estos roqueros quieren mucho más a Natales y su honesta -y no tan masiva- escena, en la que valorizan mucho cuando alguna celebridad se asoma a tocar.
Sin embargo, como lo dijo el Nobel Bob Dylan, los tiempos están cambiando -desde antes de la pandemia-, y las “piedras” del rock se han traducido allá en mayor número de tocatas o shows con el paso de los años. A estas alturas hay que darle crédito incluso a Última Esperanza como cuna de todo un movimiento musical, el cual no sólo crece descentralizado, sino que sin edades ni perfiles definidos. Su esencia se nutre a partir de mezcolanzas de músicos de diferentes generaciones e inquietudes variadas para formar agrupaciones que apuntan cada vez más alto.
Un natalino que encarna muy bien este dinamismo, al partir jovencito hace muchas bandas atrás es Fabián Bórquez, quien a punta de puro tesón ha sabido explotar una nueva cepa como es la del rock etnográfico a través de su proyecto de tintes blueseros conocido como LA MORBIDA.

En una primera etapa, este docente y músico influenciado por el rock clásico anglo (The Beatles y Pink Floyd) integraría como bajista -por allá por el año 2003- el grupo La Vieja Escuela, junto al baterista Iván Aquiles y el guitarrista Cristian Contreras, con quienes –haciéndole honor al nombre- darían nueva vida a añejos covers de sus bandas favoritas. Entre ellos el sempiterno “Yer Blues” de los Beatles (una de las voladuras de Lennon en el “White Album”).
Como testimonio artesanal de este cuarteto quedaría un artístico e icónico afiche (obra de Angelino Soto Cea) que no pudo servirles mejor como carta de presentación. “Me acuerdo que el dibujo lo hizo un colega mío de artes donde salía una viejita haciendo el paso (del ganso) de Chuck Berry y con una guitarra eléctrica”, resalta Fabián.

Entre talla y talla

En el año 2005 darían un nuevo tranco para conformar a la postre una nueva banda, enfocándose más hacia creaciones propias. En un momento, Fabián y Cristian unirían fuerzas con el también guitarrista Roberto Niculcar, profesional oriundo de Valparaíso vinculado al agro (Servicio Agrícola y Ganadero), detalle no menor al intentar deducir cómo el grupo llegó a llamarse Guanaco en Llamas. Éste se completaría con el batero Ricardo Muñoz.

Tras partir ensayando en la casa de la abuelita de un integrante, la banda pudo optar a mejores espacios de creación y expresión: “(Roberto) arrendaba un huerto y en ese tiempo él tenía un jeep amarillo, y nos pasaba a recoger a todos y subíamos al huerto después de la pega (pasadas las 7 de la tarde)”, recuerda Fabián. Una vez que ensayaron su material, se juntaron por primera vez en un local que se llamaba LA TRIBU, en Magallanes con Eberhard, y ahí decidieron adoptar una nueva identidad. Justo en esos días se produjo un incendio en el Paine y en los medios salió la impactante imagen de un guanaco calcinado, y entre talla y talla se impuso el nombre de GUANACO EN LLAMAS.

El conjunto no sólo se conformó con tocar donde los invitaran, incluyendo a la capital regional, sino que además se pusieron las pilas en materia de autoeditar temas propios ese mismo año. Su estilo era un pop rock incluso más suave que el de Los Tres, y su impulso juvenil los llevaría incluso a intentar grabar una segunda producción, quedándose sólo con las maquetas de unas siete canciones. No obstante ello, el 18 de noviembre de 2007 los vería transitar por Punta Arenas como parte de la parrilla del evento “Chile+Cultura”, en el corazón del barrio 18 de Septiembre, coincidiendo en una misma jornada con el cantautor Mauricio Redolés. Aquella vez se habilitó un escenario al aire libre y otro al interior del gimnasio, donde terminó cantando el artista estelar de la noche.

“Kilos” de rock

Tras un natural desgaste el grupo acabaría disolviéndose y el incombustible Bórquez volvería a “pisar el palito” el 2010 con otro proyecto pop rock: WD40. De ahí vino Mitómano, banda de rock folk que duró apenas medio año, y otro proyecto llamado FAGUAL.
Pese a la decisión de Fabián de dejar de lado la música para centrarse en su familia, “el amor es más fuerte” y así volvería en 2012 con un nuevo cargamento de canciones (y algunos kilitos más de experiencia) para dar forma a LA MORBIDA, una banda entretenida tanto en lo temático como en su expresión musical, con algunos flirteos con el blues y elementos cruzados entre lo urbano y lo rural, y una carga emocional muy enraizada con la identidad chilota y la vida pueblerina, matizados con amores, desengaños y crítica social.

Esta banda surgirá como una cosa del destino, al organizarse un show benéfico en Natales para ayudar a un amigo. Otro socio, el bajista Daniel Rebolledo, le propuso armar algunas canciones para ir al evento, y de ahí contactaron al baterista José Miguel Barrientos y a Iván Aquiles en la guitarra, con quienes insuflaron nueva vida a covers de Calamaro, Jarabe de Palo, Memphis la Blusera, Los Tres y Bersuit Vergarbarat. A las dos semanas ya estaban de vuelta ensamblando tres canciones aportadas por Bórquez: “El Equipaje”, “Blues llorón” y “Carga ajena”.

La historia de LA MORBIDA se definirá y adquirirá un vuelo definitorio gracias a su inclusión como una de ocho bandas regionales filmadas dentro del proyecto audiovisual “Música y Territorio”, de la agencia Factoría Parlante, financiado por el Fondo de Fomento de la Música 2012. Dicho impulso motivará a que el grupo grabe un primer larga duración durante 2013.
En 2014 llegará su segunda producción “Junto al fuego”, obra inspirada íntegramente en la historia de los inmigrantes chilotes que llegaron a la Patagonia.
Como banda han asumido diversos recesos y renovaciones, con Bórquez como pivote, pasando incluso por las seis cuerdas durante un periodo su partner Roberto Niculcar (GUANACO EN LLAMAS). Con formación nueva y algunas “galletas” llegaría “Corolarios” (2019), su tercer registro, en el que figuraron: Carlos Godoy Cárdenas, percusiones; Fabián Bórquez, voz y guitarra rítmica; Iván Díaz, guitarra; e Ignacio Rojas Muñoz, bajo; más los aportes de Pablo Olivares, teclados; Freddy Farfán, contrabajo eléctrico; Roberto Niculcar, guitarra slide; e Iván “Pollo” Muñoz, piano.
En abril pasado, le pusieron más peso a su carrera con el single "Dignidad", inspirado en el movimiento social de 2019.
Con pandemia y todo, este 2021 marcaría la reencarnación de Bórquez, Niculcar, Contreras y Muñoz como GUANACO EN LLAMAS, dando luz a un postergado disco y figurando en el Festival Somos del Sur.

Hibridismos

Dentro de las propuestas novedosas en la actual escena natalina, Joey Selkmank (Patricio Frías) fluye como un músico de amplia trayectoria y versatilidad que aporta un trabajo original a la hora de reinterpretar sonoridades y darle un nuevo sustrato más electrónico y experimental al folk. Su particular estilo, como un explorador de sonidos capaz de intervenir instrumentos electrónicos y acústicos, fue destacado también en su momento dentro del proyecto “Música y Territorio”, de Factoría Parlante. A través del “circuit bending” o generación creativa de cortocircuitos mediante generadores de sonido, su sonido integrado se inspira en la cosmogonía de esta región, cuya fuente creativa estaría dada en conceptos creativos como: “Lo cósmico está relacionado con lo aborigen”.

En otra vereda, este mismo exponente se involucró en una banda paralela surgida en el 2007 con mucho “punch” y arrastre conocida como HIBRIDO SUR. Autodenominados cultores de un rock “tirapiedras”, bajo un concepto mixto instrumental y vocalizado, ostentaron una amplia gama estilística y de temática, existenciales y ancestrales. Su disco “Exit” (2012) desplegaría un hibridismo poco habitual, fluyendo desde acordes neofolclóricos hasta la crudeza del punk o la energía del speed metal. Todo ello, articulado por sus cuatro puntales: Hugo Colivoro, bajo y voz; Patricio Frías, guitarra y coros; Fabián Guerrero, batería; y Luis Marcelo Sánchez, guitarra y coros. En 2019 volvieron a la carga con Colivoro, Frías, Sánchez, Maritza Cuevas y Carlos Godoy.
Boreas fue otro proyecto interesante, un tanto emparentado con el rock progresivo. En sus cortos años alcanzaría a desplegar su musicalidad y prolífica faena en eventos de distinto tipo como el festival Natales Bajo Cero (2011), con los aportes del guitarrista Cristian Contreras (ex LA VIEJA ESCUELA, ex GUANACO EN LLAMAS), junto a Cristian Díaz, batería; Héctor Cárdenas, bajo y voz; y Sergio Ruiz, guitarra y voz.

Las generaciones posteriores tampoco se han quedado atrás, como la banda NECROFOBIA, que resultó con el tercer puesto en el “Rockfest Sara Braun”, primer evento para bandas de rock escolar organizado por el Liceo Polivalente Sara Braun el 23 de octubre 2013; o los también liceanos metaleros SENTENCIA, cuyo mayor mérito fue ser la primera banda 100% natalina en llegar a pisar el escenario del Natales Metal Fest (en su segunda versión del 7 de febrero de 2015).
Otra propuesta reciente es la de Ángel Carmesí, dúo de metal melódico formado por Ignacio Barría (guitarra, bajo y batería sintetizada) y Sergio Velásquez (voz, teclado, batería sintetizada), formado a inicios de 2019.
Peso pesado a la vez es lo último del guitarrero Luis Marcelo Sánchez Mena (HIBRIDO SUR), quien en 2018 produjo el disco solista instrumental “Estrellas Sonoras”, su segundo bebé de estudio que destila virtuosismo metalero clásico y pasión.

Para cerrar nuestro periplo natalino, el power trío RETROV se consolidó en 2020 como la primera banda de Puerto Natales seleccionada para acceder a la fiesta del Rockodromo, del programa de las Escuelas de Rock y Música Popular (aunque en version online). Con bastante carrete musical, Luis "Scyther" Duarte, Marcos "Znak" Díaz y Ramiro "Ray" Díaz son hijos de la movida escolar de 2013, y su eclecticismo al unir punk, metal, funk y electrónica no es gratuito. Nos habla de ese factor X que define hoy al rock natalino.




SENTENCIA fue conocida como la primera banda autóctona en subir al escenario del “Natales Metal Fest” en 2015.


LA MORBIDA en su encarnación 2015, durante el lanzamiento del libro “Rock en Magallanes:
rescate en el tiempo”, en el Teatro Municipal “José Bohr”.







HIBRIDO SUR en la época de su disco “Exit”, con Patricio Frías, guitarra y coros;
Hugo Colivoro, bajo y voz; Fabián Guerrero, batería; y Luis Marcelo Sánchez, guitarra.




La disuelta banda FAGUAL tocando durante una de tantas movilizaciones del profesorado en Última Esperanza.

viernes, 3 de septiembre de 2021

2 Nuevoviejos lanzamientos para este Bandcamp Friday: DENOMAS & GOLIADKINS






Si quieres escribir algún comentario o recuerdo de alguno de estos trabajos escribe en los comentarios!