sábado, 17 de octubre de 2020

Crónicas del vinilo chileno XII por ROBERTO HOFER: El brillo de melodías encadenadas con la dulce edad

- Entre los discos infantiles que dejaron huella en los ‘70, selectos artistas nacionales comparten espacio con el Topo Gigio, Heidi y la vecindad del Chavo.

La cultura del vinilo abarca varias dimensiones para desempolvar desde la nostalgia, como el de las canciones infantiles. De larga raigambre nacional, su influjo es bastante anterior al talento chileno de “31 Minutos”, e incluso va mucho más atrás que la dorada era de “Cachureos”.

[Tiempo De Lectura 7' Aprox.]

Nuestros criollos anaqueles suman una excepcional producción discográfica, muy por encima de la mediocridad promedio ligada al consumismo infantil de las últimas décadas.

¿Quién inventó la rueda en este nicho musical? A falta de registros en los monofónicos años ’50, lo más a la mano serían Las Ardillitas y su disco “Juguemos a la Rueda” (1962, CBS Argentina), también editado en Chile. Pero con orgullo, en la misma temática y en simultánea figura nuestro compositor y arreglador Larry Godoy, con el Coro Infantil de Hernán Castillo, que hizo historia con "Rondas Infantiles" (1962, RCA Victor).

Godoy tenía 34 años al realizarlo y había grabado con éxito sus primeros álbumes infantiles en Cuba (uno de ellos con 35 mil copias vendidas), llegando sus trabajos a toda Centroamérica, incluso Estados Unidos y España. De ahí lo especial de este primer LP que el músico dedicó a los niños de Chile, y con voces de acá (entre ellas habrían figurado también sus hijitas).

Además de clásicas melodías como “La pájara pinta”, “Arroz con leche” y “La niña María”, este insuperable registro musicalizó magistralmente “Dame la mano/Todo es ronda”, tributando a Gabriela Mistral. Y, si de aporte universal se trata, basta dejarse llevar por la monumental “Marcha de las letras”.

Canto y cuento

En discos infantiles hubo fenómenos de ventas, como el circunspecto Raúl Matas, “Maestro” de la locución, quien al servicio de Disney le puso voz al cuento “Pedro y el lobo/ El aprendiz de brujo” (1966, Discos Disneylandia).
Un conjunto triunfador y por partida doble, serían Los Ratoncitos Blancos, pues el primero de sus dos discos de RCA Victor -1969 y 1970- sería reeditado en un doble volumen junto a las rondas de Larry Godoy y con el arte de René Olivares (portadista de Los Jaivas).

Con una ayudita de la TV, unos scouts llamados Los Patitas Negras -responsables del hit “Juan Sonrisa”- popularizaron un disco homónimo navideño y "Sonríe y canta" para Philips. Lo propio hizo la actriz Gladys Del Río (antes del Jappening con Ja), que grabó el LP "Para cantar y bailar" (1973, Proa), con arreglos y dirección musical de Juan Azúa de composiciones de la inmortal María Elena Walsh.

También dejaría huella en disco “Ya Somos Amigos” (1977, Arena Producciones), programa de Televisión Nacional bajo la dirección musical del pianista Jorge Astudillo, y que tuvo a la Tía Patricia (Undurraga) junto a Florcita Motuda disfrazado del mudo y esponjoso buzón Preguntón.

Quienes sí la rompieron, al alero del canal 9 (U. de Chile), fueron la Tía Pucherito, Tío Memo y compañía con “El Club de los Bochincheros” (1976, Granizo), álbum que contó con arreglos y dirección orquestal de Nino García.
Este último, destacado y sensible artista, supo musicalizar con gran acierto junto a su Quinteto Hindemith los cuentos de Juan Da Silva: “El Osito Ladrón”, “El Ratón Aventurero” y “Las Ranitas Atolondradas” (1974, Dismar), con las voces del recordado locutor Juan Carlos Gil y el Dúo Libra (Paz y Sofía Aldunate).

Su alma de niño también aportó arreglos y dirección al minidisco conceptual de Fernando Ubiergo “Al Principito” (1978, RCA), junto al coro del grupo scout Cóndores de Fuego.

Si de destacadas se trata, Mazapán comenzó a grabar en 1980, aunque recién en 2017 veríamos un primer vinilo.

Los niños unidos…


La temática infantil nunca fue un afán ajeno a los cultores de la Nueva Canción Chilena –buen ejemplo es el CD "Travesuras" de Inti Illimani Histórico (2010, Feria Music)-.

En su momento, Ángel Parra se anotó con “Al mundo-niño, le canto” (1968, Arena), álbum de estudio con diez pedazos de su vida de niño (canciones), y una poética dedicatoria a Angélico y Javiera, sus hijos, y a quienes “las tomen para volver a dejarlas”, cual juguetes que el rocío refresque y las estrellas acompañen.

Otra perla casi desconocida es el trabajo ‎”Cachencho en la Playa-Juego Musical de Luis Advis” (1971, DICAP), verdadera sinfonía de dulzura y chilenidad de Advis, inspirada en el espacio televisivo Las Aventuras de Cachencho (del universitario canal 9), con las voces de Fernando Gallardo, Mónica Carrasco y otros actores.

Un clásico infantil con mayúscula es “Tolín Tolín Tolán” (1971, IRT), disco de Charo Cofré con textos de María de La Luz Uribe y dibujos de Fernando Krahn, ilustrador de fama mundial. En 2011, la intérprete de “A la ronda, ronda”, me contó que “los ejecutivos de entonces (Julio Numhauser) sí creían en los artistas y ello los hacía incurrir en costos enormes. Hacer esa carátula fue un lujo, era una cosa impensable”.

Incluso Charo Cofré demandó a TVN hace unos 13 años por utilizar sus canciones de “Tolín Tolín Tolán” sin reconocerla a ella, en el espacio “Tikitiklip”.

Imagen y sonido

En los años ’70, cuando el estímulo visual de la televisión puso rostro a sus acordes enlazados más populares, los sellos nacionales editaron a figuras multinacionales del género. Así, desde Argentina fuimos conquistados por Hijitus, infantil superhéroe animado de Manuel García Ferré, que llegó a las disquerías con "Las Aventuras de Hijitus" (1974, Quatro) además de sus singles EP "Felices Fiestas/La escoba voladora" y “Canciones Anteojitus” (que incluía su popular “Serenata a la Vecinita”), ambos de 1975. Otro subproducto de la misma factoría fue “El Disco Gordo De Petete” (1975, Banglad).

Compartieron igualmente pantalla con los anteriores en Televisión Nacional: el Topo Gigio, prensado en 1975 por EMI Odeón ("Las Travesuras de Topo Gigio", “Feliz Navidad con Topo Gigio”), el Chapulín Colorado y personajes creados por Roberto Gómez Bolaños ‎("Chespirito y sus canciones ¡No Contaban Con Mi Astucia!", "El Chavo Canta Eso, Eso, Eso", "Así Cantamos en la Vecindad del Chavo"), con sus derivados: La Chilindrina (“Canta La Chilindrina ¡Fíjate, Fíjate, Fíjate!”!) y Quico ("Quico", "Más Quico"), editados entre 1976 y 1977.

Inolvidable también fue el gran suceso de "Heidi, banda original de la Serie de TV” (1977, RCA Victor) y el payaso azteca Cepillín (“Navidad con Cepillín”, 1977), también versionado por la peruana Yola Polastri ‎en “Rondas y Ronditas” (1978, EMI Odeón).

En esos años alguien preguntó a quién le ha ganado Cepillín, si en Chile teníamos al gran payaso Pin Pón (Jorge Guerra Baeza). Respuesta: su figura estaba silenciada, él exiliado y al parecer las bellas composiciones de Vittorio Cintolesi para Pin Pón no alcanzaron a editarse en vinilo antes de 1973. Justicieramente, la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) preserva su legado desde 2017 con el Concurso Vittorio Cintolesi “Canciones para los niños de hoy”.

Más allá de su estado de conservación, si la escucha de alguno de estos recuerdos encapsulados aún nos llega a la fibra, querrá decir que este material ha envejecido de manera digna. Aunque por dentro siempre nos resistiremos a dejar de ser niños.


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