lunes, 31 de agosto de 2020

La lentitud, la densidad y la simplicidad de DEJALOSANGRAR



[Tiempo de lectura: 2 min.]

La lentitud, la densidad y la simplicidad son atributos que, según yo, si son bien llevados pueden crear piezas musicales de características hipnóticas. Algo de todo eso es lo que me trae el sonido contenido y potente de la pieza "22 de Dejalosangrar, proyecto doom chileno de Santiago. Baterías acompasadas, con espacio al silencio, bajos inquietantes, cambios anímicos, guitarras densas pero contenidas, da como resultado un paisaje musical profundo. De alguna manera, poder rescatar un género como el doom, requiere de una comprensión de un sentido ritualístico en la música. La pieza que comentamos deja espacio para querer escuchar más. Hacia el final, unos aplausos suaves le dan intimidad a la pieza grabada en vivo, como si el viaje hacia esa densidad instrumental rockera y lenta terminara en una sala de conciertos perdida en algún lugar del frío Santiago pre-cuarentena.

Mauro Rojas

https://halimmusic.bandcamp.com/track/22-live




domingo, 30 de agosto de 2020

Lilith And Samael In The Garden Of Flesh: Música por Antoine Trauma



[Tiempo de Lectura 1 min.]

"Como en la música concreta; un segundero nos marca el paso del tiempo en que van apareciendo un bajo con delay, loops de sintetizadores, que van creando una atmosfera de este collage sónico de sonidos industriales (o de un cuadro de Bosco!), osciladores que trazan que hacen vibrar la escena hebraica - cabalística del místico encuentro de Lilith y Samael, narrado en portugués como si fuera una llamada telefónica y ciber conferencia digital intergaláctica."

Música por Antoine Trauma y reseña por Elciu Dadanodelu Niverso.

"Beso de Lilith y el Arcángel Samael en la oscuridad."

martes, 25 de agosto de 2020

RENÉ GÓMEZ - Underrated Lick No. 4 A Life Divine (MAHAVISHNU / SANTANA)



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Extracto de la versión original del tema A Life Divine por SANTANA / MAHAVISHNU "Love Devotion Surrender" (1973).


Descarga la partitura + tablatura / Sheet Music Download + TAB:

 https://drive.google.com/file/d/1XIBYS7KbI9sj6CLQm5lgIEmTDYYjS5S0/view?usp=sharing

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domingo, 23 de agosto de 2020

Crónicas del Vinilo Chileno V por Roberto Hofer: El Picapedrero” y otros microsurcos regionales al viento

-Entre diversos cultores más bien dispersos y desdibujados en nuestro entorno musical cotidiano, figuran Roberto Blin, Peppino Felitelli y Jorge Radic, quienes editaron material discográfico.

Roberto Hofer Oyaneder

No hay primera sin segunda. Si en el capítulo anterior escudriñamos el legado de grabaciones realizadas por prematuros talentos de Magallanes, hubo también nombres en paralelo a Los Tama y Los Trianeros en géneros distintos al bailable durante la última década de edición de vinilos en Chile.
Tal vez por falta de tiempo –y a la espera de una mejor sinapsis-, sólo dejaremos esbozado que algo grande estaba naciendo en la década de los ’70, aunque no asimilable a un “boom” comercial, sino más bien a una búsqueda artístico-musical de dar forma a un cancionero regional. Varias grabaciones interesantes dejaron huella en la escena folclórica regional, y mientras las colectamos para la próxima entrega, nos centraremos en algunos nombres más bien dispersos y desdibujados en nuestro entorno musical cotidiano. Algunas de sus obras -igualmente desperdigadas- resultan además difíciles de conseguir.
Si hubo una dotada pléyade de artistas surgidos en la década de los ‘70, pocos lamentablemente se alzaron con registros grabados, aunque su magia dejaría preñados los corazones de toda una generación, con conjuntos irrepetibles como: Cormorán, América Sur, Las Voces de la Patagonia, Paralelo 53º (primer grupo vocal femenino) o Las Voces del Puerto, sólo por mencionar a algunos.

Desde lejos

De la misma camada de individualidades de la época como Ramón Melipillán, José Velásquez, Marcela Larravide o Guillermina Malla, se encendería Jorge Radic, incombustible cantautor magallánico quien armaría en el exilio el proyecto chileno-francés Karumanta (“Desde lejos” en lengua quechua). Esta institución musical parisina -tan conocida por esos lares como los Quilapayún- llegó a tener incluso 30 integrantes, entre grupo de baile y orquesta.
Cual Coloane de la música trasplantado en la “Ciudad Luz”, Jorge Radic tiene la convicción de haber compuesto la primera canción folclórica de estilo y temática regional, de la manera como la concebimos hoy. A una primeriza creación la llamó “Pampeando” y se basaba en la historia de Magallanes, aunque la más emblemática es “El picapedrero”, compuesta en 1971. Esta última pieza, dedicada a quienes hicieron los empedrados de las calles en Punta Arenas, fue incluida en su primer long play grabado en Francia: “Chants Libres D'Amerique Latine” (Disques Traditions, 1977), que sacó junto a su compañera Beb Montgaillard como el dúo Jorge y Beb.
Radic grabaría junto a Karumanta diversos álbumes como “Misa Criolla” ‎(EMI, 1983) y “Solaluna Ile De L'amitié” (Association Solaluna, 1983), dejando en alto el estandarte magallánico, en una historia musical enriquecida por la lejanía del terruño añorado. Huelga decir que dentro de las formaciones de Karumanta figuraron músicos de la talla de Osvaldo Torres y Marcelo Coulon (de Inti-Illimani).
Con cuatro décadas al hilo, han seguido viniendo a la región como un trío bien formado, con la solidez de la dupla Radic-Montgaillard y la incrustación magallánica de Mario Contreras, quien ha participado en proyectos paralelos como los Quilapayún -reemplazando a Daniel Valladares, quien pasó a integrar el grupo Ortiga en Alemania-.

Talentos adoptados

Circunstancialmente (según me hizo ver el cronista Marino Muñoz Agüero) tuvimos a un famosillo asociado a esta región, como lo fue el cantante nacional Roberto Blin, artista de estilo muy similar al de Patricio Renán. Siendo él muy joven -en realidad se llamaba Roberto Marín- vivió a inicios de los ’70 en Punta Arenas, donde habría sido cabo de la FACh en el Grupo de Aviación N°12, con la especialidad de mecánico, y la leyenda reza que en 1972 colgó su uniforme y se volvió a Santiago a hacer carrera.
Su único gran éxito fue “Tú” (cover de un tema del alemán Peter Maffay), que grabó con la Orquesta de Horacio Saavedra en 1971 para el sello Arena Producciones, de Camilo Fernández (y que se reeditó en 1974 por la misma discográfica). Blin completaría su efímera carrera con un segundo sencillo: "Valle de amor" (1973) para la etiqueta Granizo.
Otro caso aparte fue Peppino Felitelli, conocido como el “pequeño gigante” de la canción italiana. Este milanés vivió un cuarto de siglo radicado en Punta Arenas, vinculado al ambiente artístico local y la gastronomía (restorán Donde Peppino). Grabó para el sello Vanguard al ritmo de tarantela, robando cámara en espacios televisivos nacionales como Dingolondango, El Festival de la Una, Sábados Gigantes y -por supuesto- alguna Teletón. En 1987 se mudó a Río Grande, Argentina, falleciendo en febrero de 1997 a sus 72 años.

Voces diversas

En la esfera de la música seria, el cantante lírico Tito Beltrán, radicado en Suecia a mediados de los años ’80, llegaría a grabar vinilos en aquella década, como artista principal y también en colaboración con otros artistas del país nórdico.
El rock es otra expresión artística con presencia del sur del sur. El apogeo del “rock latino” contó con el aporte de músicos magallánicos en proyectos como Bandhada y Cinema (Alfonso Feeley) y Aterrizaje Forzoso (Rodrigo Leiva), quienes grabaron sendos álbumes para la EMI, que alcanzaron a ver la luz en vinilo en Argentina. 


En el presente siglo paulatinamente se han ido “matriculando” nuevos cultores con el vinilo, llevando la batuta los potentes Hielo Negro. Christian MacDonald, Marcelo Palma y compañía han reeditado en LP “Demonio Parlante”, “Donde nacen los vientos” y “Patagonia rock” (Vinilos Alvaro).

Bonus track

Para el cierre, dos alusiones. Los Enanitos Verdes en su álbum "Carrousel" (1988, Discos CBS), editado en Argentina y en varios países de América Latina, mencionan a un magallánico en los agradecimientos, aunque no se trata de un artista, sino que de un hombre de radio: Rodrigo Utz. El mismo que los trajera a Punta Arenas como productor, en pleno furor de la banda, el 23 y 24 de octubre de 1987, tocando en el Gimnasio Cubierto.


Y, más que anecdótica, una honrosa mención merece el fallecido empresario Ricardo Romeo Mattioni Palma, vinculado a una larga tradición magallánica en el rubro cinematográfico y a cuanto negocio uno pudiera imaginarse.
En plena década del ’60, su vínculo permanente con Santiago -adonde se movía medio tiempo- le permitió estar asociado con un modesto sello musical, Indis. Desde allí, combinando un acertado ojo comercial con oído musical, ayudaría a grabar su primer registro discográfico nada menos que a unos desconocidos Ángeles Negros. El resto es historia.

  




sábado, 22 de agosto de 2020

HABLEMOSDELALMA - Programática EP (Poxi Records 2020)



Desde los sonidos lofi hechos en Chile, hoy escuchamos hablemosdelalma con su nuevo lanzamiento Programática (2020) por el sello independiente POXI records. Canciones con voces habladas con sonidos de arpegiadores de la música electrónica, pop alternativo, lofi, que nos trasladan a los años 80s y 90s.

Cuenta con la participación especial de Helen Gonçalves
y una seríe de extras versión remix!

https://poxirecords.bandcamp.com/album/program-tica-3?fbclid=IwAR1FwOmaxb8ZIxnex4vaRtxgrw2SxTO5l9XXoWWr1z5LToJwKHiKtILaYqU 



jueves, 20 de agosto de 2020

miércoles, 19 de agosto de 2020

Reliquias “made in Chile” suman valor agregado (Parte III) por Roberto Hofer O.

Crónicas del vinilo chileno


"En lo que pudiera ser visto como una limitante, gran parte de los catálogos de nuestras discográficas se centraron en todo aquello que estuviera relacionado con el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar."

Roberto Hofer Oyaneder

Aun cuando la reducida población chilena no fuera el mejor aliciente para la industria fonográfica -versus países como Argentina o Brasil-, el mercado nacional se nutrió en su minuto de grandes fenómenos de ventas, sin arriesgar más de la cuenta en la dinámica de darle “el palo al gato”. 
 
Un tema ineludible aquí (y que daría para más de un sesudo ensayo) fue esa comercial fijación por editar todo lo que estuviera relacionado con el Festival de Viña del Mar. Gran parte de los catálogos de las discográficas chilenas sacaron rédito de aquellos íconos nacidos y mal criados en la Quinta Vergara, que eran un “maná” caído del cielo para un país hambriento no sólo de entretención. Claro, todo lo asociado a la vitrina televisiva vendía muy bien. Digno botón de muestra sería el álbum “La Gran Canción” (1978, Alba), del programa homónimo de Televisión Nacional. 
 
A vuelo de gaviota, nombres como Leonardo Favio, Camilo Sesto, Katunga, Albert Hammond, Nydia Caro, Julio Iglesias, Ray Conniff o Gloria Gaynor fueron “número puesto” en el certamen viñamarino y roncaron en los rankings nacionales, al igual que ídolos tocados por la “Gaviota” como Fernando Ubiergo, Hernaldo Zúñiga o Florcita Motuda. Si hasta el criollo humorista “Bigote” Arrocet aprovechó sus “15 minutos de fama” con subproductos suyos en disquerías. 
 

“Frutos del País” 

 

En las democráticas décadas del ’50 y ’60, los catálogos de sellos nacionales y multinacionales se dinamizaron con artistas de la talla de Elvis Presley, The Beatles, Nat King Cole, Sinatra, Louis Armstrong, Javier Solís y Raphael; géneros emblemáticos como el Neofolclor (Los de las Condes, Los Cuatro Cuartos) y la Nueva Ola (Luis Dimas, “Pollo” Fuentes), sólo por mencionar algunos.

Entre los singles súper ventas “chilensis” figuran “El Rock del Mundial”, de The Ramblers, “Cómo deseo ser tu amor”, de Los Galos, y, en los ’70, “Todos juntos” de Los Jaivas. 
 
El hecho de ser el país de la región con menos ediciones discográficas, a raíz del abrupto deceso del vinilo nacional en 1982, incide en que no pocos títulos prensados aquí alcancen altas cotizaciones a nivel de coleccionistas extranjeros.
Si las ediciones chilenas de Los Beatles son valiosas por sí solas, tres vinilos “la rompen” al ofrecer carátulas distintas a sus versiones oficiales. Se trata de “Please Please Me” (que aquí se llamó: “Otro de los Beatles”), “A Hard Day’s Night” y el álbum doble blanco, editado en Chile como “The Beatles Vol.I” y “The Beatles Vol.II”. 
 
Igualmente cotizados son los prensados nacionales del grupo Kiss, en especial de sus históricos discos dobles “Alive I” y “Alive II”, que en Chile aparecieron como vinilos simples separados en cuatro volúmenes. 
 
Como rareza aparte, uno que al parecer pasó “colado” entre los censores de turno fue el vinilo “Virgin Killer” (Virgen Asesina) del grupo Scorpions (RCA, 1977), que se editó con su carátula original de una adolescente desnuda, la cual fue prohibida en todos los países angloparlantes. 
 
Un nicho en sí lo constituyen las cotizadas ediciones originales de rock chileno: Los Jaivas, Congreso, Aguaturbia, (su primer LP hace rato que se cotiza afuera en mil dólares) Los Vidrios Quebrados, Los Blops y Frutos del País, entre los más demandados, sin olvidar los discos de la serie Machitún (del nacionalizado sello IRT, dirigido por Julio Numhauser). 
 
La “Nueva Ola” es otro género nacional con muchos adeptos -nuevos y viejos-, siendo los más buscados Alan y sus Bates, los Blue Splendor, la incomparable Cecilia Pantoja y Buddy Richard, cuyo histórico vinilo “En el Astor” (1969) ha sido incluso reeditado dos veces.
 

Surcos “populares” 

 
A nivel de sellos no multinacionales, gran notoriedad alcanza la etiqueta discográfica Dicap o Discoteca del Cantar Popular (de las Juventudes Comunistas de Chile). Partió como Jota Jota, y registró el catálogo de la Nueva Canción Chilena en artesanales y cuidadas ediciones, donde tuvieron arte y parte los diseñadores Vicente y Antonio Larrea, junto a Luis Albornoz. El Golpe de Estado no sólo hizo desaparecer el sello y sus grabaciones en máster, sino que además llevó a hitlerianas quemas públicas de aquel material proscrito so pretexto de extirpar la “pandemia” comunista. Este desmantelamiento cultural sumado a la censura hacia la literatura y las artes llevó a lo que algunos han denominado “apagón cultural” (caída del nivel cultural de la población) rematado por la penetración televisiva. De sus cenizas se alzan hoy como incunables los álbumes del clan Parra, Víctor Jara, Rolando Alarcón, Quilapayún, Osvaldo Rodríguez y “colados” de otros géneros como Los Blops. 
 
Tras cartón, el productor y disc jockey Ricardo García (cuyo nombre civil fue Juan Osvaldo Larrea García) registró en su sello Alerce gran parte del legado de la Nueva Canción Chilena y el Canto Nuevo durante los años ‘70, siendo estos vinilos igual de valiosos dado su limitado tiraje. 
 
Aún más efímero fue el sello SYM (iniciales del dúo Sonia y Myriam, sus propietarias), que grabó a grandes de los años ‘70 e inicios de los ’80 como Los Huasos de Algarrobal, Óscar Andrade y Eduardo Gatti. Su vinilo más cotizado es la versión chilena de “Alturas de Machu Picchu” de Los Jaivas.
 

Rarezas 

 
Aun cuando Chile no sacó vinilos en colores, ni hubo tanto material como para encontrar partidas con errores de prensado, existe alguna que otra “rara avis” como los álbumes de Elton John que editó el efímero sello Banglad. Esta práctica comercial de juntar temas de aquí y de allá, o de cambiar título y portada a algún trabajo la aplicó con varias bandas o artistas entre 1974 y 1977. 
 
Rareza aparte es el LP de Queen “A Night At The Opera” (1975, EMI), cuya edición chilena por alguna razón no contiene las canciones “39” y “Sweet Lady”, pese a figurar incluso sus letras en el arte de portada. 
 
Un archi curioso detalle aporta el disco del grupo Yes “Yesterdays” (1975, Asfona) al parecer grabada de un master extraído de vinilo, pues incluye un ligero ruido de piquetes y posterior salto a los 1:44 minutos del tema “Survival”, segundo track del lado B. 
 
Y todo DJ que escarba en raros sonidos análogos para sus sampleos -o coleccionista que se precie de serio-, disfrutará los primeros escarceos chilenos con la música electrónica: “El computador virtuoso” de José Vicente Asuar (1973, IRT) y “Amacatá”, de Juan Amenábar (1974, Asfona). Joyas del vinilo aquí y en la “Quebrá del Ají”.
 
 
 

Reseña de Descargo y Maleficio por Ivan Rilsky

Descargo y Maleficio viene siendo la declaración radical de Paula Barouh y que nace de la misma respuesta visceral que dio pasó al estallido del 18 de Octubre. El disco está lleno de ritmos tribales lúgubres, atmósferas industriales y arreglos new wave, que se impregnan de artefactos que reviven el imaginario cotidiano como un retrato moderno de la metrópolis, metálica y brutalista, inconciente, y conforme avanza el disco la declamación fehaciente de todos nuestros vicios se expone con mucha actitud punk. La cadencia de la voz de Paula recuerda mucho a ese Rozz Williams más poético que pudimos ver en Every King A Bastard Son, por ejemplo, y que sumado a la performance que acompaña este disco según se aprecia en sus redes, es sin duda una crítica sustantiva e imperdible a esta era del vacío.

Reseña por Ivan Rilsky.

lunes, 17 de agosto de 2020

RENE GOMEZ - Underrated Lick Video No. 3 La Quebra Del Ají (LOS JAIVAS)



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Extracto de la versión original del tema La Quebrá Del Ají por Los Jaivas "Los Jaivas" (1972). 


Mi versión del tema la grabamos con DIOGENES en el cassette split 2018, que puedes descargar gratis aquí:

https://diogenespatagonia.bandcamp.com/track/la-quebr-del-aj-los-jaivas

Descarga la partitura + tablatura / Sheet Music Download + TAB:

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domingo, 16 de agosto de 2020

Crónicas del vinilo chileno IV por Roberto Hofer O.

Primeros magallánicos que plasmaron su música en microsurco


-Una selecta lista de músicos e intérpretes regionales hicieron historia aquí y allá, grabando inmortales melodías en Chile y el extranjero durante los años de apogeo de grabaciones en disco.

Al hablar de música envasada, como el buen vino, siempre resultará grato poder atesorar algún pedacito de Magallanes en vinilo. Esto no es meramente un decir, pues -aunque no del todo fácil- existe una selecta lista de músicos e intérpretes de nuestra región que hicieron historia, grabando inmortales melodías en Chile y el extranjero durante los años de apogeo del vinilo.

Para ello debemos remontarnos a tiempos pretéritos, en los que verdaderos pioneros del arte soñaron con trascender y de paso posicionar a Magallanes a través del canto. Si 20 años no es nada –parafraseando a Gardel-, un siglo tampoco, pues todo recuento partirá en los años posteriores al cuarto centenario de Magallanes, periodo que Mateo Martinic, nuestro Premio Nacional de Historia, bautizó como “de inquietud y crisis” -lo cual no es poco- y que cuajaría cual primavera en la segunda mitad del siglo XX.

Eran años de estrecheces económicas (producto de la posguerra más el impacto de la apertura de Canal de Panamá), efervescencia sindical, aspiraciones regionalistas y una nueva noción de mundo a través del cine, la radiodifusión y la aeronavegación. Un mozalbete llamado José Bohr (nacido en Alemania) brillaría con luz propia como primer crédito artístico regional de renombre. Este inquieto y multifacético artista fue pionero nacional de la cinematografía –junto a su socio y amigo Antonio Radonich-. Incursionó además en la música, y en 1923 se mudó a Buenos Aires a tentar suerte como compositor y cantante (para las etiquetas Nacional y Victor). Allí, trabajó con Carlitos Gardel y su popularidad le valió el apodo de “Ché” Bohr. Incluso consolidaría su carrera como cineasta en Estados Unidos.
En lo musical, se le atribuye la autoría de 200 canciones. Sus piezas grabadas más recordadas fueron su inmortal “Himno a Punta Arenas” (194?) y la multiversionada “Y tenía un lunar” (rescatada como tema principal de la telenovela “Pampa Ilusión”, de TVN), en cuya última edición en single se acompañó de los Red Junior (1966, Polydor).

Voces hermanadas

Si de tradición se trata, al promediar la cuarta década de siglo se alzarían como artistas de fama internacional los Hermanos Barrientos: Marina, Tito y Carlos. Este trío folclórico nacido en el barrio Prat tendría un modesto debut artístico en 1939, en el desaparecido Cine Teatro Prat.
Como primer conjunto 100 por ciento magallánico en grabar un disco, su talento los proyectaría hacia los mejores teatros de América Latina y España. Incluso participaron en el cine en una película de José Bohr junto a Ester Soré, “La Negra Linda” y Los Provincianos. Su mayor hit sería “Corazón de escarcha”, del “Chilote” Campos, en 1946.

Su último vinilo editado en Chile fue “Los Hnos. Barrientos” (1979, Alba). En 2018 falleció Marina, su última sobreviviente, quien residía en Arica.
A fines de los años ’30 cuajaría otra precoz semilla de la mejor cepa artística: Sonia y Myriam Von Schrebler, herederas de la famosa Cora Santa Cruz (pseudónimo de Hilda García Ossandón, pues era mal visto para el prestigio familiar que una mujer fuera artista). Ambas vivieron su niñez en Punta Arenas y templaron sus infantiles registros en el medio radial y eventos sociales. De ahí crecerían en su itinerancia juvenil en las lides corales, codeándose con grandes artistas, hasta consolidarse como dúo en los años ’50, y de ahí saliendo a conquistar al mercado latinoamericano. Prueba de ello es su famoso disco “Sonya y Myriam en La Habana”. Ambas llegaron a México en los ’60, adonde la menor de ellas haría una exitosa carrera solista como “Sonia, la Única”, siendo invitada en 1967 al mítico “Show de Ed Sullivan”, en Estados Unidos (el mismo que tres años antes había batido récords de sintonía al invitar a los Beatles).
Myriam se proyectó en España, al igual que los hijos de ésta: Cristina (Narea), reconocida cantante y compositora, y Carlos destacado productor musical; ambos cercanos a Joaquín Sabina.

En 1979, de vuelta en Chile crearían el sello SYM (Sonia y Myriam), cuyo vinilo más celebrado es “Sonia canta a Violeta Parra, 10 temas de amor”, trabajo único de maridaje sonoro latinoamericano y jazzero, con arreglos y dirección orquestal de Guillermo Rifo y acompañamiento del súper grupo Latinomúsicaviva.

Música y palabras

Volviendo a este terruño, una decana institución como la Sociedad Coral de Magallanes dejó un testimonio en vinilo grabado en 1965, para el sello Odeón (de Producciones Alfonso Cárcamo, Radio Polar), con una inolvidable versión del emblemático "Himno a Punta Arenas" y "El ovejero de mi tierra" (de José Bohr y José Grimaldi). Dirigidos por el eterno Manuel Ojeda, y con arreglos de Enrique Lizondo, la leyenda reza que una copia del single llegó hasta el mismísimo Vaticano por intermedio del obispo diocesano Vladimiro Boric.
Como aporte extra musical, el vate José Grimaldi pasó a la posteridad con su famoso registro en long play “Dice Sus Versos” (1967, Odeón), donde le canta a "El ovejero de mi tierra", a la población "18 de Septiembre", a Playa Norte, a la laguna de patinar e incluso al “mejor obrero de Chile del año 1963”.

¡Aluminio, aluminio!

Hará cosa de medio siglo atrás que el género cumbianchero se inscribió con mayúscula en el mercado discográfico con sendas grabaciones realizadas en Santiago –hoy objeto de culto-. Los Tama abrieron la senda con su álbum “Te Invito A Bailar” (1968, Odeón) con generosos ritmos, desde boleros ("Esta tarde vi llover"), el “Pata-Pata” de Miriam Makeba, el tango "Sentimiento gaucho" (de Francisco Canaro) hasta su propio "Tama ritmo", con sones de mambo.
Integraron esta incipiente banda de la movida magallánica: Raúl “Ranita” Ramírez, Juan Trujillo, Hugo Mellado y Luis Varas. Este último grabaría años después un vinilo como Luigi y Los Teikos, para el sello Astral, hoy inhallable.
En 1972, Los Trianeros (Ernesto Márquez, Luis Uribe, Manuel Muñoz y Humberto Leiva) añadieron sones parranderos al "Himno a Punta Arenas" (de José Bohr) y lo convirtieron en hit radial. Su primer LP, “Bailando de sur a norte” (Odeón), incluía canciones tan diversas como “Volver” (de Carlos Gardel), “La pollera colorá”, “Los marcianos”, “Guantanamera”, “Murió la flor” (Los Ángeles Negros), “La chica de Ipanema”, “Qué rico el mambo” y “Mambo Nº8”.
Con su segundo álbum “Los Trianeros” (1974, sello London) se lucieron con arreglos de éxitos como “El milagro de tus ojos” (del argentino Donald), el cumbión “Bailando en short” (extraído y arreglado de una orquesta de la época), “Chico de mi barrio” (de Tormenta), “Río Verde (Los Iracundos) y su original “Cumbia Alegre”.
Tras cartón, el sello London sacaría un disco “Split” –lado y lado-de Los Trianeros junto a Los Bucaneros llamado “Aquí le trabajamos al Baile”, con éxitos de su segunda placa. Otro imperdible del bailongo.

Roberto Hofer Oyaneder

DIARIO EL MAGALLANES 16-AGOSTO-2020

 

 

 

jueves, 13 de agosto de 2020

*RESEÑAS IMPOSIBLES* del álbum Descargo y Maleficio (Paula Barouh)



La civilización chilena es hostil, sus instituciones son sádicas, lo han sido de siempre, por eso la demanda es radical. Esa radicalidad necesaria siento es lo que cultivó a Descargo y Maleficio, es digamos un fruto directo de la revuelta chilena. Este proyecto lo encarna Paula Barouh, a quien conocía en proyectos muy distintos a esto, por lo cual si bien es una cantante con un recorrido, acá se reinventa. Es un disco de fina electrónica psicodelica y oscura, que fluye en paralelo declamaciones de lírica negra, como es negro el abuso sádico de los poderes institucionales en Chile; acá la voz solo declama (o rapea) salvo ese especie de Dead Can Dance trip hop, con tonos Violeta Parra que es "Rebeldía", la única "canción" del disco. Es un disco colorido, donde desde el ambient industrial, llegamos al rap oscuro de "Invisibilizate", donde Paula vomita la violencia excluyente machista. Si bien hay momentos un poco menos tensos como "Paredes Humanas", este es un disco con mucho dolor y rabia, pero entregados con una energía explosiva. Un muy buen disco que no sólo surge de la revuelta, sino que tiene sabor a calle, que en estos días se agradece.

RESEÑAS IMPOSIBLES por Michel Leroy

https://www.facebook.com/100851411624196/posts/152554843120519/?app=fbl

https://descargoymaleficio.bandcamp.com/releases


martes, 4 de agosto de 2020

Nuevo Canal de Youtube RENE GOMEZ: Underrated Guitar Transcription!





Nuevo canal de videos y transcripciones musicales de guitarra underrated - subvalorados en la industria de la música. Todas las transcripciones son con fines educativos y estoy dispuesto a recibir encargos de transcripciones de partituras a pedido, digititalizaciones de partituras, clases de guitarra, clases de música, colaboraciones, arreglos, grabaciones, etc.

Encargos: danielrene.gomezsanchez@gmail.com
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lunes, 3 de agosto de 2020

Video estreno DIOGENES - Hasta que Valga la Pena (Unplugged)








Hasta Que Valga La Pena
(Letra y Música: René Gómez, arr. DIOGENES)

La normalidad nunca fué, quizás fueron
los sicodélicos llegando al congreso
la pena de Arauco llora en las calles
ríos de sangre ahogando la paz

Palomita blanca desnuda
bailando Los Jaivas, yayayayayay...

Hasta que valga la pena vivir
Hasta que valga la pena...

Llévame en tus álas, paloma
luchando consciente, yayayayayay...

Hasta que valga la pena vivir
Hasta que valga la pena...

Con mucho respeto y dedicación al pueblo mapuche...
En medio de la revolución mas conocida como "estallido social chileno" se compuso Hasta Que Valga La Pena, en días de plena represión policial y militar, en que el pueblo manifestó su descontento por la injusticia y desigualdad, nace este tema como una pequeña esperanza para un futuro incierto, en que tendremos seguir resistiendo y luchando "hasta que valga la pena vivir y la dignidad se haga costumbre."

Video grabado a distancia en modo cuarentena sin microfonos profesionales, sólo telefonos celulares y mezclado en el computador. Si quieres realizar un aporte volutario para la banda puedes hacerlo en el siguiente link!

DONACIONES: https://www.paypal.me/halimmusic

Emilio Díaz Pascual - Bombo
Gabriel Faúndez - Charango y Voz
Vicente Couve - Voz
René Gomez Sánchez - Guitarra y Voz
Cristian Mono Rivera Delgado - Bajo Fretless

DIOGENES Halim Music Records 2020